Cartas de Amor de que forman parte de la Historia

En este enlace te entregamos pura inspiración, no decimos que sean de lo mejor pero puedes modificarlas y agregarles tu toque personal

Sitio con cartas de amor
Cartas de Amor entre personajes que forman parte de la Historia:

Epistolario entre Oscar Castro e Isolda Pradel


Víctor Hugo, su carta aquí:
Te amo, mi pobre angelito, bien lo sábes, y sin embargo quieres que te lo escriba. Tienes razón, hay que amarse y luego hay que decírselo y luego hay que escribírselo y hay que besarse en los labios,
en los ojos, en todas partes.
Tu eres mi
amada Juliette
Cuando estoy triste, pienso en ti, como en invierno no se piensa en el sol y cuando estoy pienso en ti, como a pleno sol se piensa en la sombra.
Bien puedes ver Juliette,
que te quiero con toda mi alma. Tenéis el aire juvenil de un niño, y aire sabio de una madre."


Einstein y su carta (si es que se le puede llamar eso..)

A: Te encargarás de que mi ropa esté en orden. Que me sirvan mis 3 comidas regulares al día, en mi habitación.
Que mi dormitorio y estudio estén siempre en orden, y que mi escritorio no sea tocado por nadie excepto yo.
B: Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales.
En especial
no solicitarás que:
- me siente junto a tí en casa...
- que salga contigo..
-que viaje contigo.... "



James Joyce y la suya:
...Mi amor por ti
me permite derribarte debajo de mí,
sobre tus suaves senos,
y tomarte por atrás, como un cerdo que monta una puerca, glorificado en la sincera peste
que asciende de tu trasero, glorificado en la descubierta
verguenza de tu vestido vuelto hacia arriba y
en tus bragas blancas de muchacha
y en la confusión de tus mejillas sonrosadas y tu cabello revuelto..."
(este de Joyce está clasificado como "suave")



Beethoven y su carta  magistral...
... Ninguna más poseerá mi corazón
nunca, nunca.
Oh Dios!!
¿Porqué tiene uno que ser separado de alguien a quien ama tanto? y además mi vida en V (..),
es ahora una vida desgraciada
tu amor me hace a la vez el más feliz y el más desgraciado de los hombres.
A mi edad yo necesito una vida
tranquila y estable,
¿puede existir eso en nuestra relación?
Angel mio, me acaban de decir que el coche de correos va todos los días, debo cerrar la carta de una vez y así podrás recibirla ya.
Cálmate, sólo a través de una consideración calmada de nuestra existencia podemos alcanzar nuestro propósito
de vivir juntos.
Cálmate, ámame, hoy, ayer, que lágrimas anhelantes por ti, tú, tú, mi vida, mi todo.
Adiós.
Continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado,
siempre tuyo,
siempre mia,
siempre nuestros.


Carta de Dylan Thomas a su esposa Caitlin:
Oh por qué, por qué, no lo arreglamos de alguna manera que salgamos juntos de este devastador, insano, demoniacamente ruidoso, rugidor continente. Habríamos podido arreglarlo de alguna manera. Por qué, oh, por qué, pensé que podría vivir, que podría llegar a vivir, como pude pensar en vivir todos éstos torturantes, interminables meses, que se repiten como eco sin tí.... He conducido por lo que me pareció, y probablemente fue, miles de kilómetros, iluminados adelante . Los caminos inmensamente abigarrados de la región más baja de estos malditos, de ciudad en ciudad, colegio en colegio, universidad en universidad, hotel en hotel, y todo lo que deseo, antes de Cristo, antes de usted, es abrazarla en Laugharne, Carmarthenshire.


Carta de Jane Clairmont a Lord Byron, 1815:
Usted me dice que le escriba brevemente y tengo mucho que decir. Usted también me incita a creer que era un capricho el que hizo que yo amara ser un accesorio para usted. No puede ser un capricho puesto que usted ha sido para mi el año pasado el objeto de meditación al cual dediqué cada momento solitario.
No espero que usted me ame, yo no soy digna de su amor. Siento que usted es superior, con todo para mi sorpresa, para mi felicidad, usted reveló pasiones que había creído no vivirían largamente en su pecho.
¿Tendré también que arrepentirme por querer experimentar el deseo de la felicidad? ¿rechazarla cuando se ofrece?
Puedo aparecer a usted imprudente, viciosa; mis opiniones detestables, mi teoría depravada; pero una cosa, por lo menos, le demostrará el tiempo: que lo amo dulcemente y con afecto, que yo soy incapaz de cualquier cosa que se acerque al sentimiento de venganza o maldad. Le aseguro, en el futuro su voluntad será la mía, y todo que usted quiera hacer o decir, no lo cuestionaré.
Carta de Kahlil Gibrán a Mary Haskell

31 de Octubre de 1911
Mary, mi amada Mary, he trabajado todo el día entero, pero no podía ir a la cama sin antes decirte “buenas noches”. Tu carta más reciente es fuego puro, un corcel alado que me lleva hacia una isla donde sólo logro escuchar músicas extrañas, pero que un día comprenderé.
Los días han transcurrido llenos de estas imágenes, voces y sombras, y hay fuego también en mi corazón, en mis manos. Preciso transformar toda esa energía en algo que nos haga bien a los dos, y a las personas que nosotros queremos.
¿Sabrás qué significa quemarse, arder en un inmenso brasero, sabiendo que este incendio está transformando en cenizas todo lo malo, y dejando en el alma sólo lo que es verdadero?
¡Oh, no existe cosa más bendita que este Fuego!

Carta de Kahlil Gibrán a Mary Haskell:
Creo que es un error tuyo negarte a tener un contacto más íntimo, Mary. Un hombre en su pasión se guía por tres cosas: la lógica, el corazón y el sexo.
Cada una de estas cosas lo gobiernan durante un determinado período; la lógica y el corazón me gobernaron durante muchos años. Pero, ahora, aparece el deseo sexual.
Me dijiste: “Querido Kahlil, vamos a dejar el mañana para mañana”. Y en ese momento me sentí pequeño e ingenuo. A las cosas importantes las has venido tratando como si no fueran nada.
Yo te amo. Mi deseo es mayor que tu deseo hacia mí. Cada vez que te encuentro tu presencia llena todo el espacio que me rodea.
Yo te amo y sé que el contacto físico tiene su momento. Después, este momento desaparece.
No quiero que nada de lo que sea muy importante entre nosotros termine por desaparecer, porque no sabemos qué puede suceder después de eso. Nuestra relación ya es suficientemente fuerte, pero no sé a dónde pueden llevar los límites que se le imponen al amor.
A pesar de todo, me entrego en tus manos. Un hombre solamente puede entregarse en las manos de alguien cuando el amor es tan grande que el resultado de esta entrega es libertad total.
Yo te amo con todo lo que existe en mí. La punta de mis cabellos, el borde de mis uñas, todo está repleto de este amor que te tengo, Mary.
20 de Junio de 1914


Una carta erótica de James Joyce a su esposa
a NORA
Dublin, Diciembre 9, 1909
Mi dulce y traviesa pajarita cogedora. Aquí está otro billete para comprar lindos calzones o medias o ligas. Compra calzones de puta, amor, y asegúrate de rociarles las piernas con algún agradable aroma y también de mancharlas un poquito atrás.
Pareces ansiosa de saber cómo recibí tu carta que dices es peor que la mía. ¿Cómo que es peor que la mía, amor? Sí, es peor en una o dos partes. Me refiero a la parte en la que dices que lo harás con tu lengua (no me refiero a que me chupes) y en esa amable palabra que escribiste bien grande y subrayada, pequeña canalla. Es excitante escuchar esa palabra (y una o dos más que no escribiste) en los labios de una chica. Pero prefiero que hables de ti y no de mí. Escríbeme una larga, larga carta, llena de esas y otras cosas, acerca de ti, querida. Ahora ya sabes cómo regalárme una erección. Dime las más pequeñas cosas acerca de ti tan detalladamente mientras sean obscenas, sucias y secretas. No escribas otra cosa. Deja a cada oración llenarse de sucias e impúdicas palabras y sonidos. Son lo más amo oír y ver en el papel, porque las más sucias son las más hermosas.
Las dos partes de tu cuerpo que hacen cosas sucias son las más amadas por mí. Prefiero tu culo, querida, a tus tetitas porque hace cosas más sucias. Si amo tanto tu coño no tanto por ser la parte de tu cuerpo que penetro, sino porque hace otra cosa sucia. Puedo pasar todo el día acostado putaneando mientras miro la divina palabra que escribiste, y la cosa que dices quisieras hacer con tu lengua. Desearía poder oír tus labios murmurando esas celestiales y excitantes palabras sucias, ver tu boca haciendo ruidos y sonidos sucios, sentir tu cuerpo culebreando debajo mío oír y oler los gruesos sucios pedos de niña irse pop pop fuera de tu hermoso culo desnudo de niña y coger, coger, coger el sexo de mi caliente villana, mi pequeña y cogedora pajarita, por siempre.
Estoy feliz ahora, porque mi putita dijo que quiere que lo hagamos por atrás, y quiere que la coja por la boca, y quiere desabotonarme y sacar mi petaca y chuparla como una teta. Más y más sucias que éstas cosas quiere ella hacer, mi pequeña y desnuda cogedora, mi pícara y culebreadora pequeña culeadora, mi dulce y sucia pedorrita.
Buenas noches mi pequeño coñito, me voy a acostar y jalármela hasta acabar. Escribe más y más sucio, querida. Hazle cosquillitas a tu pequeño pene mientras me escribes para que te haga decir peores y peores cosas. Escribe las palabras obscenas grandes y subrayadas y bésalas y ponlas un momento en tu dulce sexo caliente, querida, y también levanta un momento tu vestido y ponlas debajo de tu querido culito pedorreador. Haz más si quieres y mándame entonces la carta, mi querida pajarita cogedora de enojado trasero.

JIM

Carta de Kahlil Gibrán a Mary Haskell
10 de Septiembre de 1920

Para vivir es necesario coraje. Tanto la semilla intacta como la que rompe su cáscara tienen las mismas propiedades. Sin embargo, sólo la que rompe su cáscara es capaz de lanzarse a la aventura de la vida.
Esta aventura requiere una única osadía: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros, y estar dispuesto a entregarse. No se puede tener los ojos de uno, los oídos de otro, para saber de antemano lo que va a ocurrir; cada existencia es diferente de la otra.
No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto para recibir. Que yo no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien, hasta que me lo corten. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes. Déjenme ser tonto hoy, porque la tontería es todo lo que tengo para dar esta mañana; me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia. Mañana, quién sabe, yo seré menos tonto.
Cuando dos personas se encuentran, deben ser como dos lirios acuáticos que se abren de lado a lado, cada una mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos. No logro entender porqué un encuentro genera siempre lo contrario de esto: Corazones cerrados y temor a los sufrimientos.
Cada vez que estamos juntos, conversamos durante cuatro, seis horas seguidas. Si pretendemos pasar juntos todo este tiempo, es importante no tratar de esconder nada, y mantener los pétalos bien abiertos.


Carta de Lewis Caroll a Gertrude Chataway
Usted estará apesadumbrada, sorprendida, y desconcertada, al oír la extraña enfermedad que tengo desde que usted se fuera. Mandé buscar al doctor, y dije, "Deme alguna medicina porque me siento cansado". Él dijo, "¡Estupideces sin sentido! Usted no necesita la medicina: ¡vaya a la cama!"
Dije, "No; no es la clase de cansancio que pide la cama. Mi rostro trasunta cansancio." Él se veía con expresión grave, y dijo, "Oh, es su nariz la que está cansada: una persona habla a menudo demasiado cuando piensa que tiene todo claro." Dije, "No, no es la nariz. Quizás sea el pelo." Entonces él se vio algo serio, y dijo, "Ahora sí entiendo: usted estuvo peinando el pianoforte."
"No –dije-, de hecho no lo he hecho, y no es exactamente el pelo: más bien sobre la nariz y el mentón." Entonces él serio durante largo rato, y dijo, "¿Ha estado usted caminando mucho con la barbilla?. Dije, "No." "Bien!" dijo él, "esto me desconcierta mucho.
“¿Usted cree que el problema estará en los labios?" preguntó.
“Por supuesto” dije. "¿Qué es exactamente?"
Entonces el se vio muy serio, por cierto, y dijo, “Yo creo que ha estado dando demasiados besos...”
"Bueno" dije, "Le di un beso a un niña, una pequeña amiga mía."
"Piense otra vez, " dijo él, "¿está seguro de que haya sido solo uno?"
Pensé otra vez, y dije, “puede que hayan sido once veces”.
Entonces el doctor dijo: “Usted no debe darle ni uno más hasta que sus labios se hayan recuperado”.
“Pero ¿cómo hago?” le dije “ ¡le debo ciento ochenta y dos besos más!
Entonces se vio tan serio que las lágrimas corrían por sus mejillas, y me dijo “Mándeselos en una caja”.
Entonces recordé una pequeña caja que compré una vez en Dover, pensando que podría regalarla alguna vez a alguna niña ú otra persona. Así que los empaqué bien cuidadosamente. Dígame si le llegan bien o si alguno se pierde en el camino.


Carta de Charlotte Bronté:
Monsieur, los pobres no necesitan mucho para sostenerse. Piden solamente las migas que caen de la mesa de los ricos. Pero si se les rechazan las migas mueren de hambre. Nadie –ni yo-, necesita mucho afecto de aquellos que ama.
No sabría qué hacer con una amistad entera y completa, no estoy acostumbrada a ella. Pero usted me demostró en otros tiempos un cierto interés, cuando era su alumna en Bruselas, y me mantengo aferrada a ese poco interés.
Me aferro a él como me aferraría a la vida.


Carta de Alicia Urrutia a Pablo Neruda:
"Pablo amor" -dice textual la misiva- quisiera que esta carta llegue el dia 12 de julio de tu cumpleaños. Pablo amor que seas feliz. Todas las horas del día y de la noche estes donde estes y con quien sea sea sé feliz, te recordare, pensare en ti alma mia. Mi corazon esta tivio de amarte tanto y pensar en ti. Amor amado amor te beso y te acaricio todo tu cuerpo amado. Amor amado amor amor amor mío amor. Tu Alicia que te Ama".


Carta de Napoleón a Josefina:
No le amo, en absoluto; por el contrario, le detesto, usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su propio marido; usted sabe qué placeres sus las letras le dan, pero ¡aún así usted no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas!
¿Qué usted hace todo el dia, señora? ¿Cuál es el asunto tan importante que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? ¿Qué afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante amor que usted le prometió? ¿De qué clase maravillosa puede ser, que nuevo amante reina sobre sus días, y evita darle cualquier atención a su marido? ¡Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se abrirán de par en par y allí estaré.
De hecho, estoy muy preocupado, mi amor, por no recibir ninguna noticia de usted; escríbame rápidamente sus páginas, paginas llenas de cosas agradables que llenarán mi corazón de las sensaciones más placenteras.
Espero dentro de poco tiempo estrujarla entre mis brazos y cubrirla con un millón de besos debajo del ecuador.

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